La región de los vinos de Cristóbal Colón

Los vinos tintos de Toro están impregnados de historia y tradición; datan de antes de los asentamientos romanos. Durante la Edad Media, la región Toro tal y como la conocemos hoy en día, ya era popular y muy apreciada. Tanto que la región llegó a disfrutar de privilegios reales, llenando las bodegas reales y los barcos que partían hacia las tierras del Nuevo Mundo. Durante el siglo XIX, se exportaban a Francia grandes cantidades de vino de Toro, para cubrir la escasez que había dejado la plaga de la filoxera. En la década de 1970, se dieron los primeros pasos para crear lo que más tarde llegaría a ser; la denominación de origen (D.O.): Toro, cuya creación culminó en 1987.

El área de la producción de vino gobernada por la D.O. Toro está situada al sudeste de la provincia de Zamora y al sudoeste de Valladolid. El climatología de la región se caracteriza por tener un clima extremo seco continental influenciado por el Atlántico. Los inviernos son conocidos por ser extremadamente fríos, y los veranos por ser muy calurosos. Las temperaturas llegan a variar de  los -11ºC y a 37ºC.

La variedad de uva: Tinta de Toro, es de lejos, la variedad más común en la región. Las condiciones climatológicas extremas de la región de Toro son perfectas para esta variedad, dándole fuerza y, al mismo tiempo, un cierto grado de elegancia. En general, los vinos Tinta de Toro tienen un excelente potencial de envejecimiento y de conservación, lo que explica por qué acompañaron a Cristóbal Colón en su viaje a “Las Indias”.